Hogar Dulce Hogar {Alec}

-hhmmm – mi cuerpo se movía de un lado para otro sobre la espaciosa cama sabiendo que tenía que levantarse, pero con demasiada flojera para hacerlo. Lentamente abrí un ojo tratando de que se acostumbrara a los pequeños rayos de sol que penetraban por las oscuras cortinas para luego abrir el otro de forma igual de lenta, me estiré sobre la cama a todo lo que daba mi cuerpo quedando con los pies al borde de la marquesa y mis manos apoyadas en la pared ¡Hacía mucho tiempo que no dormía tan bien! Estaba comenzando a pensar que venir a ese pequeño, y por lo que me había dicho Rose, aburrido pueblo no era tan mala idea después de todo, a decir verdad necesitaba un tiempo para relajarme y no tener que lidiar con estúpidos y engreídos vampiros que eran tan básicos que ni siquiera sabían controlar un poco su sed de sangre ¡Y para qué hablar de los neófitos!

Con pesar, luego de estirarme y darme cuenta que mi amada no me acompañaba en nuestro nido de amor, salí de la cama dejando mi atlético cuerpo a disposición de aquel que lo quisiera ver, nunca había dormido con ninguna clase de ropa, pero desde que estaba con Rose me preocupaba de que unos bóxer cubriera mis partes íntimas, no quería que se diera cuenta de lo mucho que me excitaba con algunos de sus movimientos inconscientes que hacía de noche, y es que esas curvas tentaban a cualquiera.

Comencé a caminar, aún con un poco de sueño, hacia las grandes ventanas, abrí las cortinas de un tirón para deleitarme con el hermoso sol que rodeaba al pueblo y con una sonrisa en el rostro me dirigí a donde Stefan me había indicado que estaba la ducha. Antes de entrar al cuarto y desnudarme por completo solté un largo suspiro pensando en Stefan… debía reconocer que era un buen muchacho, al principio no quería venir a este pueblo básicamente por él, la forma en la que Rose hablaba de su amigo hacía que los celos no tardaran en llegar a mí, pero luego de haberlo conocido no me cabe duda de que no sólo no tengo nada que temer, sino que además podríamos llegar a ser buenos amigos, no todos los días te encuentras con un hombre que aprecie la vida del humano como Stefan y yo lo hacíamos y no hay que desaprovechar esas juntas en lo absoluto. Abrí la llave de la ducha y dejé que el agua helada comenzara a caer desde mi cabeza hasta mis pies, por lo general me duchaba con agua tibia, pero esta mañana había amanecido con más sueño del normal así que necesitaba algo para despertar. Enjaboné mi bien cuidada cabellera y en cinco minutos salí de la ducha mientras que el aroma de Rose llegaba a mi nariz, sin poder evitarlo mis labios se curvaron en una enamorada sonrisa, después de haber pasado un siglo con ella era imposible no reconocer su aroma a menos de media cuadra de distancia, de un tiempo a esta parte ella se había vuelto todo para mí, tal y como Sophie lo había sido en su momento.

Rápidamente me dirigí a mi habitación y me puse lo primero que encontré: unos vaqueros negros, playera blanca y los tenis que me había comprado hace unos meses, por lo general yo sólo llevaba zapatos, los encontraba cómodos y estaba acostumbrado a ellos, pero la forma de ser tan relajada, espontánea… hippie de Rose había hecho que hasta mi mundo se pusiera patas arriba y ahora usara tenis ¡incluso playera! Cuando antes sólo veías camisas en mi ropero.
Bajé las escaleras aún con la sonrisa en el rostro y dejé que mi olfato me condujera a Rose hasta que la vi sentada en el salón.
- Buenos días, Darling – saludé con mi imposible de quitar acento inglés, amaba mi lengua natal y por mucho que Venecia fuera mi lugar favorito y el italiano lo manejara a la perfección me gustaba seguir manteniendo mi acento. - ¿alguna excusa para el hecho de que cuando abrí mis ojos tu no estuvieras a mi lado? – le sonreí acercándome a ella por detrás obligándola a mirar por encima de su hombro, momento en el que me aproveché y junté mis labios con los de ella en un ligero, pero significativo beso, simplemente la amaba.

Mis labios se despegaron de los de mi novia lentamente antes de que pudiera ponerse más sexual el ambiente, eso era algo que me gustaba de mi relación con Rose, teníamos pasión, claro está, sino no habríamos durado tanto tiempo, pero sabíamos cómo y cuándo dejar florecer la pasión mostrando la excitación, en mi preferencia a puertas cerradas en una habitación, me podrían llamar anticuado pero respeta el cuerpo de mi mujer demasiado como para exhibirlo en cualquier parte y delante de cualquier persona. Incorporé mi cuerpo poniéndome en postura derecha mostrando mi gran altura con el ceño ligeramente fruncido, al principio mi pregunta sólo había sido una pequeña broma que pensé que me la contestaría con un leve coqueteo para desviar el tema, pero nunca esperé que se levantara del sillón a por un vaso de whisky tratando de esquivarla o pensando en una respuesta… no podía ser que en veinticuatro horas, Rose ya me estuviera ocultando algo.

Me crucé de brazos inconscientemente y arqueé mis cejas notoriamente al escuchar su respuesta, que más que eso fue una oración para esquivar mi pregunta ¿qué tenía que ver que se hubiera levantado con que el pueblo no fuera tranquilo? Abrí la boca para decirle que me estaba incomodando su poca sinceridad cuando soltó el verdadero motivo por el que se había levantado tan temprano y no me había llevado con ella. Desde hacía un mes que yo no tenía trabajo, no porque me faltara, sino porque habíamos estado viajando de un lado para otro y teníamos el dinero suficiente para darnos algunos lujos gracias a algo que había ahorrado, pero nuestros últimos dólares se habían acabo ayer cuando habíamos ido al pub por lo que no tenía dinero para ir a comprar a menos que Stefan le hubiese prestado cosa que era poco probable.

Suspiré largamente y esperé a que ella se volviera a sentar en el sillón para comenzar a hablar – Me buscaré un trabajo – no quería reprocharle sus métodos de hacer las cosas, ella era grande y sabía cuidarse sola, pero me dolía saber que la mujer que tenía mi corazón en sus manos usara sus poderes de vampiresa para fines que se podían resolver de otra manera – ya llevo un mes sin trabajar y si nos vamos a quedar en el pueblo necesitaremos dinero, sabes lo que pienso de manipular a la gente, Rose. – me senté al lado de ella acariciando su rostro suavemente para que supiera que no la estaba reprendiendo, sólo quería lo mejor para los dos y utilizar nuestros poderes a plena luz del día no era lo que, al menos yo, consideraba “discreción” – Ahora cuéntame eso de que no encuentras que el pueblo sea tranquilo, hasta el momento lo considero el lugar ideal, el bosque está plagado de ardillas, aislado de la gente y las personas se notan muy amables, ¿hay algo que yo no sepa? – fruncí el ceño nuevamente pensando en esa posibilidad ¿qué misterio podría tener ese aislado lugar para que Rose cambiara de opinión en menos de veinticuatro horas?

Solte un suspiro al escuchar su primera frase es que el era generalmente el que le gustaba trabajar y gracias a esas cosas podiamos tener lo que queriamos pero yo generalmente lo hacia cuando podia hacerlo, y para evitar todo tipo de problemas no le decia Alec donde iba pero cuando usaba la ropa nueva tenia que dar explicacion muchas veces. - Si lo se ..- Susurre ente escuchar sus segunda frases es que Alec era demaciado distinto a mi misma cosa que alomejor por eso mismo nos habiamos mantenido juntos.

Mi mirada bajo hacia al piso a la vez a escuchar a Alec solo eran susurros los mios y una mirada de casi perdon pero que mas podia hacer ? era claro que el no lo haria contol mental a alguien a diferencia de mi.Senti su mano en mi mejilla acarisiandomela suavamente , delicado ante la situacion y levante mi vista para mirarlo cuando escuche lo que me dijo - Stefan me conto varias cosas de como esta el pueblo no esta nada bien todo , sabias que los originales bienen a mystic fall? klaus viene y elijah esta aqui en mystic fall, la Doble , la maldicion de la Luna y el sol alec , tienen a la doble es Elena , la novia de Stefan y hoy la conoci , es igual a la katherine ...- Entonces me calle al darme cuenta de todo lo que decia alomejor alec no estaba entendiendo , el no sabia la historia de los salvatore con katherine pero si sabia sobre romper el hechizo con la piedra lunar y la maldicion yo una vez se lo habia contado cosa que la informacion yo la habia resivido de mi creador. y lo de los orgininales no era muy dificil de entender , venian hacia mystic fall por la doble por elena. - Debo quedarme aqui , puedo proteger a elena y ayudar a stefan ante cualquier cosa es mi amigo se lo debo - le explique a alec mas rapidamente para concluir hasta que me quede mirando su rostro , es que era tan largo de explicar todo lo que pasaba pero de que me ayudar a stefan lo haria y esperaba que Alec no tuviera celos otra vez de Stefan ya que antes de conocerlo habia tenido algo por como yo hablaba de el

En el momento en el que su mirada bajo al piso me sentí el hombre más despreciable que hubiese existido, no me gustaba ver a Rose apenada, pero tenía que hacerle ver de alguna forma que lo que estaba haciendo no era lo correcto, yo había vivido al límite de la maldad por siglos y no había día que no me arrepintiera por mis actos ni pidiera perdón a mis víctimas.
Suspiré largamente observando como mi mano en su mejilla hacía efecto y su mirada volvía a posarse en mi rostro, una sonrisa cursó mis labios y cuando su voz sonó en el lugar decidí seguir por ese camino y cambiar de tema, ya pensaría en alguien que me pudiera ayudar a buscar trabajo.

Escuché atento las palabras de mi novia pero apenas pude comprender lo que decía, no sólo porque habían muchas cosas que no conocía, sino que también porque las palabras salían de su boca como las balas de una metralleta: todas de una vez. ¿Qué los originales qué? ¿quién era Katherine? Y por sobre todo ¿quién quería romper la maldición? Suponía que Stefan no estaba de acuerdo con todo lo que estaba pasado pues hasta donde tenía entendido la doble humana tenía que morir para poder romper la maldición, así como también debía hacerlo un hombre lobo y un vampiro, cabía inclusive la posibilidad que hasta el brujo que tratara de romper el hechizo muriera por l magnitud del poder que debía utilizar por no decir el desgaste mental y físico con el que quedaría. Abrí la boca para pedirle que me explicara un poco mejor todo lo que estaba pasando, pero al parecer su estado de nerviosismo o preocupación estaba más avanzado de lo que creía ya que volvió a hablar igual de rápido que antes dejándome clara su postura. – No te puedo juzgar por querer quedarte, son tus amigos y cuentas con mi apoyo para lo que sea, no te dejaré sola, tus problemas también son los míos, Rose, después de un siglo estando juntos esperaba que eso ya te había quedado claro – le sonreí acercándome a ella rápidamente para poder probar sus labios por un momento, era comprensible que mi mujer pensara que yo no querría quedarme por mis reservas ante su relación con el menos de los Salvatore, pero debía reconocer que después de conocerlo mi opinión algo había cambiado, además nada no dejaría que mi chica peleara con unos cuantos originales por culpa de unos celos estúpidos – Ahora eso si necesito que me expliques eso de los malos y los buenos de nuevo porque no entendí mucho, Elijah ¿de qué lado está? Somos nosotros los chicos buenos ¿verdad? – pregunté divertido, sabía que eran vidas las que protegeríamos, pero no podía evitar encontrarle el lado gracioso a todo lo que estaba pasando, en todo caso, costara lo que me costara no permitiría que rompieran la maldición, suficiente mal hacían los vampiros en la oscuridad como para que ahora también pudiera causar catástrofes de días.