Free again, ¿Do you want to stop me again? (Alex)

Un nuevo día empezaba para mí. La noche se alzaba con todo su esplendor y la luna brillaba en precioso cielo nocturno, para nada comparable a lo bonito de un paseo matutino, pero ahora el inicio de la ncohe era como la primera hora de la mañana.
Ahora tenía ya las cosas más claras, era diferente de ese primer día en el que en despertar en una casa desconocida no había nadie y pude huir cuando el sol dejo de brillar, ya que al intentar salir en pleno día me quemé, sin saber porque, eso y otros recuerdos como esos no eran para nada agradables, pero ahora ya sabía mucho más.
Vivir con Samuel, Alex, Danielle, Edward y Bella, sobre todo con esta ultima era como vivir en una casa de locos
.
Danielle con sus estupideces que me sacaban de mis casillas y me daban ganas de matarla, aunque en el fondo, yo tambien fuera débil, pero, Já, eso de mí no lo sabían. Edward un mero observador de mis peleas con Bella y Samuel o Alex, el primero me regañaba cuando me escapaba o me metía en líos o simplemente iba a mi bola y el segundo era el que impedía que nos mataramos la una a la otra.

Pero, bah, otra vez más me había escapado y ahora corría libre y feliz por los callejones de Mystic Falls, donde unos días atrás me había encontrado con la vampira rubia.
Pero ahora todo me daba igual, que se jodieran todos, no tenía ganas de pensar en nada, solo corre, libre, feliz, y dejar de pensar en mi hermana, ¿Seguría buscandome? y la principal pregunta... ¿Por cuanto tiempo? ¿Cuando dejaría de hacerlo? No pensaba volver, no porque no quisiera, simplemente porque era un peligro para ella, no quería correr el riesgo de acabar con su vida, de morderla, de matarla, no, claro que no.

Estaba corriendo cuando alguien se puso delante de mí a una velocidad que indicaba que era un inmortal, un vampiro. Paré frenando de golpe, quedando a escasos centímetros del otro vampiro. Rodé los ojos cuando vi quien era, Alex. Me separé un poco y me toqué el pelo mientras escuché su ligera broma.

¿Como tomármelo? Bueno, me convenía estar a buenas con él, y aunque me hubiera interrumpido no era del todo desagradable su compañía, como lo eran las de los otros, claro que en el fondo no podía confiar en él ni mucho menos.

-Es necesario que responda, hago lo mismo que tu, Alex, ¿O quizás no? Quien sabe- dije simplemente con un aire enigmático que me era divertido de utilizar con gente, como por ejemplo, él y me encogí de hombros, mostrando una indiferencia por matar humanos y alimentarse de ellos que estaba realmente lejos de sentir. Se notaba que había estado haciendo, no tenía manchas de sangre, no, pero si quedaba el olor agradable, delicioso olor de eso líquido rojizo tan necesario para nosotros.
Me pasé la lengua por los labios, escuchando a lo lejos y perfectamente gracias a mí oído sobrehumano los pasos de un humano desafortunado. Se me hizo momentáneamente un nudo en el estomago, le arrebataría la vida, lo más importante que tenían ellos, los humanos.

Pero la sed ganó a la consciencia, a la humanidad que quedaba en mí y mis ojos se volvieron rojos y peligrosos a la vez que un color violáceo se apoderaba en parte de mi cara, debajo de los ojos, mi rostro demostraba lo que no era, lo que ya no sería ya nunca más, una humana, eso ya parecía tan lejano. Me dejé llevar por mis instintos, ya que al cortarse ese humano mi lado vampírico se había manifestado antes de siquiera alcanzarle y en nada ya estaba mordiéndole y aunque este luchó en pocos segundos su cuerpo ya caía muerto, sin vida en el suelo y yo me deshacía de lo que quedaba de él, un cadáver carente de sangre y con unas marcas de colmillos en la yugular.

Suspiré saciada ya mi sed y recuperada ya mi conciencia y me pasé la lengua por los labios lamiendo la sangre que había quedado en la comisura de estos.

"- No creo que te andes besuquiando con chicas por callejones haci que no creo que hagas lo mismo que yo ..o quisas no? quien sabe" dijo él y negué con la cabeza y luego asentí dando así ambas respuestas, una afirmativa y una negativa, que se quedara con la que quiesera -Eso no lo sabrás-dije y solté una carcajada al escuchar su respuesta, sonreí levemente.
Una vez me hubé deshecho del cadaver de aquel hombre escuché la voz de Alex detrás de mí, me giré, me tapaba completamente, era alto, no es que yo fuera muy alta, pero no era precisamente baja tampoco y además a lo ancho también me ganaba, yo a su lado parecía una fragil muñeca, con lo delgada que era ya de complexión.
-Sí no te gusta, no mirés, nadie te obliga a ello chéri-dije con diversión en mi tono de voz, pronunciando con gracia y a la perfección la ultima palabra en mi Frances natal.
Escuché lo siguiente que dijo y un gesto de felicidad, esta vez sincera se instalo en mi boca, los cuales tomaron vida propia en forma de sonrisa.

-Veo que te has replanteado el tema, pensaba que no querías que eso pasara, ya sabes, pasa sin ser en entrenamientos-dije mirandole enarcando una ceja, era extraño ese cambio de opinión, quería que le arrancara la cabeza de una buena vez?
-Dejame adivinar, Edward estara en su rincón oscuro observando y Danielle por ahí jodiendo, ¿Verdad?-dije, era habitual ya, muy habitual, no había visto a Edward entrenar, no tenía ni idea de como luchaba y menos Danielle, de esa ya directamente pasaba todo dios. Eso haría, le preguntaría que que pintaba Danielle
-Alex, ¿Que coño hace alguien como la parlanchina?-pregunté, así ya entendería mi pregunta, confiaba en ello, no es que yo amara ser del bando que era ni atacar Mystic Falls ni eso, de hecho no me acababa de gustar, pero, yo había demostrado que no se me daba mal pelear y eso compensaba todo lo demás mío.

Observé su gesto, já, seguro que sabía que probablemente ganaría yo, la arrogancia de Bella hacía que subestimara a la gente y porque no negarlo, a mí no se me daba mal luchar y cuando estaba motivada para ello ya ni contarlo.

Cuando sonrió seguí con una ceja enarcada, pero acabé por soltar una pequeña carcajada, digamos que la relación que tenía con Alex era de una especie de "Vamos a llevarnos bien, será la mejor" y no es algo que me desagradara, hablaba más que Edward, no estaba todo el día ordenando y en modo cruel como Samuel, no daban ganas de arrancarle la cabeza para que se callara y bueno... No me peleaba con el fuera de entrenamientos, era una relación meramente cordial y bueno, bastante falsa, pero me daba igual.

Escuché lo que dijo y lo de que tenía un punto débil, eso sí que me intereso realmente, pero, ya sabía bien que todo tenía su precio con el vampiro con el que hablaba, nada lo decía porque si.
Pues una mueca de desagrado y bufé, me controlaría, sabía tener paciencia en cosas como esta, cuando alguien no quería contarme algo a diferencia de en otros casos en los que estallaba fácilmente a la mínima.
Seguí hablando y el contestando, mientras pasaba mis manos por mi cabello, jugando con algunos mechones y apartando de mi cara otros molestos.

Cuando dije lo de Edward, por su sonrisa, me dio la sensación de o que Edward era o bien muy bien o por lo contrario muy malo, una de dos. Evidentemente me interesaba, pero no me lo iba a decir, desgraciadamente. Escuché su respuesta a lo de Danielle, en mi oído, ¿Qué tenía ella? Humildad, paciencia, una de esas o algo parecido sería, reconocía que tenía mis defectos, mi vanidad no era tan grande como para no hacerlo.

Dejé que se alejara -Adiós chéri, no te topes con nadie peligroso por el camino, igual terminas en un contenedor de basura- bromeé, el peligro era él, sin lugar a dudas.
Permanecí de pie en el callejón, me aburría, paré atención y olí a Alex a lo lejos, no estaba muy lejos, me acerqué rápidamente, subiendo a el tejado donde estaba él y me puse detrás de él -Me echabas de menos, chéri- dije, lo que dije parecía una pregunta, pero por el tono, evidentemente no lo era.

Realmente no esperaba que respondiera mi pregunta y cumpliendo mis espectativas no lo hizo, en cierto modo lo conocía, no del conocer de saber todo sobre la vida de la otra persona, ya que no era el caso, pero si como para saber un poco cómo reaccionaría o sobre su personalidad. Escuché lo que dijo -Me aburría- dije simplemente, en una pequeña confesión.
Su pregunta me sorprendió un poco, aunque no demasiado, realmente no había mostrado nunca interés en porque nos peleábamos Bella y yo y realmente pensaba que era algo que no le interesaba y no creía que estuviera del todo equivocada en ello, pero acababa de preguntarme sobre ello. Escuché la frase final que agregó pasado un minuto más o menos, cuando yo seguía pensando en una respuesta adecuada a su pregunta.
-Somos muy diferentes, simplemente no la aguanto ni ella a mí, es así de simple y complicado a la vez- dije y me encogí de hombros, no necesitaba motivos para odiar a alguien, o eso pensaba yo, no era la primera vez que simplemente una persona me disgustaba ya de entrada.

Recordaba que una vez, a la hora que cuando era humana cenaba, Danielle nos había contado su vida, realmente era una de las pocas veces en las que le había prestado más atención, la vida de los demás contenía información reveladora sobre ellos, cosas que podían ser útiles y que no estaban de más de saber y luego, había obligado a Edward a hacer lo mismo, y había seguido escuchando con atención el relato de este, realmente Edward era tonto, no es que Danielle no fuera los suficientemente pesada como para hacer que cuando insistía en algo acabaras respondiendo para que se callara de una vez, pero contarlo con pelos y señales tampoco no me parecía una buena idea, y menos teniendo en cuenta que realmente no me fiaba de ninguno de ellos, sin excepción, estábamos en el mismo bando, pero no iba a mostrar ninguna debilidad ni nada que pudieran usar en mi contra, no voluntariamente al menos.

De Danielle y Edward lo sabía todo más o menos por lo que habían contado, pero de los otros, nada, quizás algún detalle sin importancia como de qué país procedían o el apellido y la edad poco más, cosas poco reveladoras y de dudoso interés y los que debían saber un poco sobre mí debían de ser Samuel y quizás Alex también, pero no creía que supieran mucho, y yo tampoco pensaba contar nada.

Escuché lo que decía, ¿Que no me veía nunca aburrida? Bueno, tampoco podía opinar como yo no podía hacerlo con él, pasaba poco tiempo en casa y lo que pasaba lo pasaba normalmente sola, quitando entrenamientos y peleas con Bella. Aún así no dije nada y le sostuve la mirada para luego mirarme las uñas mientras escuchaba su comentario a la respuesta que había dado a su pregunta. Era extraño, que hubiese preguntado aquello implicaba que por poco que fuera le importaban nuestras peleas, aunque solo fuera porque temiera que nos matáramos entre nosotros, algo muy probable, no eramos compatibles, para nada.

Le miré cuando me preguntó si Samuel me había hablado de la fiesta, ¿qué fiesta? El interrogante y el hecho de que no tenía se reflejaron en mi rostro, mirándole, pidiendo una explicación sobre la fiesta sin siquiera decirlo en voz alta, con palabras, aún que se veía claro pregunté:

-¿Qué fiesta Chéri?-esperé su respuesta, lo de Chéri, simplemente acostumbraba a llamarlo así, teníamos un relación más o menos cordial y se lo decía como quien le llamaba por su nombre, hasta el momento no se había quejado de ello. Claro que no lo decía con el cariño que se utilizaba normalmente cuando llamabas a alguien querido, ni mucho menos, aunque tampoco es que realmente no lo soportara o algo así, sinceramente era el más soportable de los cinco con los que convivía a diario.

Escuché lo que dijo, y realmente me indigno, decírselo a todos menos a mí, bonita forma de hacer que estuviéramos controlados. Fruncí el ceño enfurruñada pero entonces la posibilidad de que lo hiciera para que me enojara hizo que dejara de fruncir el ceño y le miré expectante-Sólo te lo ha dicho a ti-dije, no, no era una pregunta, no era mi estilo en estos casos, era una afirmación y con ella vería si me decía o no la verdad. Sí realmente me la había dicho eso solo haría que le tuviera más manía a Samuel, me regañaba todo el tiempo porque según él nunca estaba donde debía, es decir donde podía mantenerme controlada, en realidad pasaba la mitad del tiempo haciendo lo que me daba la gana y la otra mitad, pasando de él, por lo que hacía siempre más o menos lo mismo.

Escuché lo de Chéri y sonreí levemente-Chéri es querido, querida es Chérie-comenté, me daba la sensación de que no sabía Francés, pero su pronuncia resultaba graciosa siendo yo Francesa como era.
Estuvo unos minutos callado, creando un silencio, el cual ocupé para juguetear con un largo mechón de mi ondulado pelo y le miré en cuanto me hizo una pregunta, asintiendo con la cabeza luego. le escuché hablar, ¿Fiesta de cumpleaños? Interesante, lástima que Samuel tendría seguramente una misión para nosotros ese día y más teniendo en cuenta que seguramente tendría que colaborar con Bella y los demás. Aún así en la última frase de Alex había encontrado un leve deje de duda, ¿Acaso no sabía que coño quería Samuel?

La mayoría de mis pensamientos me los guardaba para mí, era mejor así, ser reservada era bueno cuando no podías fiarte de nadie. Le escuché hablar, con ese tono mujeriego que empleaba pocas veces y sonreí-No, dudes que lo haré, no podrás dejar de mirarme- dije en un tono que estaba entre divertido y sensual.
-Por cierto...-dije dejando la oración a medias y avanzando hasta quedar delante de él, en vez de estar a su lado-¿Sabes que planes tiene el jefazo?-pregunté con humor al decir jefazo refiriéndome a Samuel mientras le miraba con intensidad.

Bufé mientras el se reía y escuché lo que dijo y rodeé los ojos-¿Te tiene confianza? Y ahora solo te falta decir que te sientes orgulloso de ello-dije dejando claro el poco aprecio que tenía por Samuel, realmente lo poco que hablábamos era cuando me regañaba por algo, normalmente a grito pelado.

Después de que le corrigiera sin poder resistirme en ello en el uso de Chéri y Chérie vino esa pregunta que en el fondo ya me imaginaba o incluso esperaba que llegara, que si tenía ascendencia Francesa. Claro, lo que el no sabía era que yo había vivido toda mi vida en Francia, ya que cuando me vieron él y Samuel por primera vez fue cuando justo me acababa de mudar con mi hermana al estado de Virginia. En una ciudad cerca de Mystic Falls cuyo nombre no importaba.
Asentí levemente con la cabeza, respondiendo a su pregunta, pero sin dar detalle alguno.
Respondió a mis coqueteos de la misma forma,en cierto modo era divertido actuar así con él.
Me fijé en su sonrisa y escuché sus palabras en forma de pregunta-¿Es necesario que responda? Sabes ya la respuesta Alex-dije mirandole