¿Entrenando? (Elena)

El sonido era estresante, los golpes metálicos retumbaban por todo el largo pasillo como si se tratase de un gran tambor metálico al cual una persona le esta dando y dando más golpes a cada segundo que pasaba. Miraba hacia mi locker, tratando de hacer oídos sordos al tremendo ruido que se esparcia por la escuela como si fuese un eco, introduje mi mano en él, depositando mis cosas que ya no necesitaría en su interior, para después cerrarlo quedamente, como si fuera un petalo de rosa que pudiera romperse facilmente. Puse el candado en el orificio y lo cerré con llave, para empezar a caminar.
Para empeorar las cosas los humanos empezaban a arremolinarse en el pasillo, que aunque grande no era suficiente para albergar a tantos alumnos juntos, que desesperados por salir de la escuela se apretujaban y empujaban más para lograr salir del edificio de una vez por todas.

Era fácil de entender, Viernes por la tarde, todos tenían algo que ahcer y los que no, sin duda empezarían a hacer planes. Mi paso era calmado, pero al mismo tiempo deseoso de salir de ahí, solo que sin tanto alboroto. No tenía prisa alguna, era viernes de entrenamiento de football americano y tendría que quedarme ahí por alrededor de dos horas así que daba igual si iba rápido o lento.
Después de unos minutos logré salir del edificio, dirigiendome a las grandes puertas del gimnasio, donde tenía otro locker en el cual guardaba el equipo para el deporte. Y ahí me dirigí, a las duchas de hombre, directo a mi "segundo locker", extrayendo de él mi equipo y colgandome la maleta al hombro.
Aún era temprano, faltaría alrededor de media hora para que el entrenador llegara, así que si me vestia a una.. "velocidad diferente", me faltaría bastante tiempo, así que con el equipo en el hombro salí del gimasio, yendo a las gradas, en donde iría a sentarme mientras esperaba.

El cielo era de un color grisaseo, en el cual se infiltraban apenas unos rayos de sol, típico en Mystic Fall en estas fechas, y aún así teníamos que entrenar, por mí no habí problema, solo que en aquel día me hubiera gustado salir a pasear con Elena, hacer algo diferente, salirme de la rutina.
Subí unos cuantos escalones de las gradas, sentandome a la mitad y dejando la mochila a un lado. Alcé levemente el cuello, casi por instinto, tratando de ver entre el montón de gente a lo lejos una silueta en general, aunque bajé la vista inmediatamente, riendome de mí mismo.
Posteriormente toqué mi bolsillo derecho, en donde traía el celular, el cual saqué y al tenerlo entre mis manos busqué su número, solo para saber donde estaba.

Las clases habían terminado, por fin podría estar nuevamente con Stefan. Salí al pasillo, había un montón de alboroto a aquellas horas, practicamente era normal ya que se trataba de un Viernes, y la gente estaba loca por salir de la rutina, por no pensar en los estudios y concentrarse en salir de fiesta, o pasarlo junto a sus seres queridos.

Por fin conseguí llegar hasta mi taquilla, moví la ruedecilla con los códigos: "8,2,4,1,7,9..." y sonó un ruido después de que fuera abierta. Miré el calendario rezando por qué a Stefan no le tocará entrenamiento, pero me deprimí al ver que si que le tocaba.Dejé los libros, cogí mis cosas y la cerré suspirando, y pensando en que el entrenador podría ponerse malo o algo por el estilo. Y luego pensé... en que las animadoras aquel día también tendrían que estar ensayando, aún que yo ya no formaba parte de ellas, quizás podría pedirles prestado el uniforme ya que se me había ocurrido una ideea para pasar tiempo con Stefan.

En el momento en que pensé en aquella ideea mi cara cambió por completo, ahora solo faltaría convencer a Caroline que era la capitana de las animadoras y estaba segura de que a ella no le importaría que estuviera de nuevo allí. Seguro que trataría de convencerme para que volviera con ellas, pero yo ya lo tenía claro que no volvería de nuevo, solamente quería darle una sorpresa a mi chico.

Cuando me dirigí hacia el gimnasio, pude contemplar que el tiempo no ayudaba en nada a lo que tenía pensado hacer, pero aquello no me detendría. Estaba dispuesta ha hacerlo contra viento y marea si hiciera falta.
Una vez en el vestuario femenino, el plan convencer a Caroline resultó todo un éxito. Cosa que se lo agradecí de una manera muy afectiva, aún que si que es verdad que le debería alguna, cuando ella me necesitará aquí me tendría.

Me cambié de ropa y cuando acabé, sonó mi móvil.... Corrí hacía el lugar donde tenía mi mochilla, en ella se encontraba mi teléfono.Fuí a ver de quien se trataba y una sonrisa se esbozó por mi cara. Era Stefan...
Descolgué con unas ganas enormes de hablar con él. Mi voz cambió siempre cambiaba cuando se trataba de Stefan.

- Hola - Contesté tímidamente y con la típica sonrisilla que se nos pone a todos, cuando estas hablando con alguien a quien quieres con todo tú corazón.

Después de buscar el número de Elena y pulsar el botón de marcar, me puse el celular cerca de la oreja, escuchando los primeros timbres, seguramente el teléfono de Elena estaría sonando en aquellos instantes. Sin embargo estuve a punto de colgar, quizá ella estuviera ocupada o incluso de regreso a su casa y al final solo tendría que esperar sólo dos horas y media para ir a su encuentro, en lo que terminaba el entrenamiento y en lo que iba a mi casa para darme una ducha rápida, tampoco iría con el uniforme de entrenamiento y lleno de lodo.

A pesar de todo una voz a través del auricular me hizo detenerme de cancelar la llamada, una voz que podía despertarme en cualquier lugar donde estuviera, que sin duda me había sacado de ese estado animal en que me había sumergido, cuando de nuevo me había obsecionado con la sangre humana y que podía encandilarme por horas, sin mostrar señal de aburrimiento, aquella que siempre estaba dispuesto a escuchar. Su voz, algo queda y tímida, por lo que solté una pequeña risa al mismo tiempo que pasaba una mano por el cabello y apoyaba mi codo en la rodilla.

- Hola - susurré, contestando en un tono de.. ¿satisfacción?, y el tono se debía a muchas cosas, pero en especial que ella se encontraba a salvo, ultimamente estaba preocupado por ella aunque se encontrara a unos cuantos metros de mí, en la misma escuela - Yo.. - pero ahí me quede, callado después de decir una sola palabra y después suspiré - Bueno ya sabes, me toca entrenamiento - dije haciendo una mueca y encojiendome de hombros, la situación no podía ser cambiada - Y bueno, no es que te vigile ni nada, pero llamaba para saber donde estabas - dije riendo de nuevo, ¿estaría pareciendo un acosador? ¿o tal vez uno de esos tipos que no dejan ni respirar a sus novias? - Y sabes, después de ésto no tengo nada que hacer y podríamos salir a algún lado, hace un tiempo que no lo salimos Elena- dije suspirando de nuevo, esta vez pesadamente, al recordar porque a veces ni teníamos tiempo para nosotros - Con todo lo que ha estado pasando - dije, esperando que ella diera una respuesta positiva.

Si así era, pero estaba cansada no me importaba, con estar con ella en su casa, como una persona normal me bastaba, me la pasaba igual de bien con ella, con la chica que amaba.
Y quizá era la mejor forma de pasar tiempo juntos, con todos los problemas que se avecinaban, con los originales queriendo tener a Elena para sacrificarla... incluso un paseo sería suficientes para darles la posibilidad, aunque claro esta jamás me rendiría fácilmente, antes haría todo lo posible por mantenerla a salvo, incluso aunque ellos acabaran conmigo.
Pero si ella estaba dispuesta a una salida como lo que eramos, pareja, para nada que me negaría, solo bastaría una respuesta de ella para que yo con gusto aceptara e incluso si en ese momento me decía que nos fueramos lo haría, sinceramente me importaría poco dejar un día de americano para dedicarselo a Elena.

Tras coger el móvil de mi mochila, ver de quien se trataba y llevarmelo hasta mi oreja derecha, sentí como mi corazón se escaparía al escucharle. Pero no surgió dicho efecto ya que no pude captar su voz a través de él, fue entonces cuando solté mi Hola efusivamente, ya que tenía unas ganas enormes de encontrarme con él. Cosa que de momento me conformaría.
Durante unos minutos de silencio, me dedique a pensar que si se me escuchaba bien, pero poco después escuché su dulce sonrisa, cosa que me encantaba de Stefan. Entonces me lo imaginé y me entraron ganas de tenerle cerca, sentirle, besarle...

Me apoyé en una de las taquillas de los vestuarios femeninos, cuando por fin escuché la voz de mi querido amado. Su voz sonaba cálida, suave, acogedora, entrañable...me dejé llevar por sus palabras y noté un "Yo" algo cortante, incluso tímido.Yo me limité a reirme puesto que me gustaba esa faceta de Stefan, era algo que sentíamos mútuo.

- Sí lo se, que pena había planeado algo para hacer juntos.- Me limité a decir tras escucharle nombrar lo del entrenamiento. No podía enterarse de la sorpresa que le iba a hacer, por lo que yo proseguí con mi faceta de actriz que sacaba muy pocas veces, pero que consideraba que hoy era uno de esos días.

Sonreí tras escucharle preguntar que donde estaba, me encantaba cuando me preguntaba donde me encontraba, sabía que no era un novio de los que acosan, solo me estaba demostrando lo que me amaba y lo preocupado que estaba. Yo naturalmente me encubrí.

- Pues estoy con Bonnie de camino a mi casa.- Tapé el móvil para que no escuchará una risita que se me escapó levemente. La verdad es que mi faceta de actriz había perdido eficacía pero me daba la sensación de que Stefan se la creería.- Y conforme a lo de quedar mmm... creeo que me lo pensaré, estar con Stefan Salvatore conlleva muchos riesgos.- Dije en un tono más bien teatral, vamos que se notaba que lo decía en broma. A lo que le acompañé al final con una pequeña risa. - Sabes que si Stefan, tendré todo el tiempo del mundo para ti cuando acabes el entreno, disfrutalo y... sabes que contigo me siento a salvo.- Intenté responderle positivamente tras lo que él había dicho.

Últimamente no podíamos estar juntos, por qué los originales me buscaban, pero yo estaba harta de esconderme. Es más sabía que con Stefan estaría segura, que nada podría pasarme y si esto al final pasará sería lo que el destino me tendría preparado.

- Entonces ya sabes no te canses mucho, disfruta del entrenamiento y nos vemos a la noche... ¡Te quiero!- Le dije con voz melosa, con sentimiento,... me encantaba decirle las dos últimas palabras susurrandoselas cosa que intenté hacerselo por el móvil.

En aquel momento estaba apunto para que cuando Stefan saliera al campo entrenando, yo poder hacer mi aparición de por medio con mi íncreible traje de animadora.