Solo es una visita {Elena}

Era por la noche, no había gente en las calles y las luces de las casas estaban encendidas, algunas estarían viendo la televisión y otras simplemente se estarían preparando para ir a dormir, mientras yo caminab por las calles en dirección a la casa de Elena, tenía que protegerla pero aparte quería tener una charla con ella, era una buena amiga mia, y si estaba más cerca de ella sería más fácil protegerla de cualquier peligro. Muchas veces, se me pasaba por la cabeza que era realmente agotador proteger a Elena y el porque lo hacía, tenía la necesidad de protegerla, había un 10% en mi mente que creía que estaba mezclando sentimientos con Elena y era por eso que la protegía, pero el otro 90% me decía que solo era una amiga y que a los amigos se les protegen, aunque también la tenía porque desde que aparecimos mi hermano y yo en Mystic Falls solo ha hemos sabido en meter líos con lo de Katherine... Pero mejor no era pensar en cosas pasadas, ahora Katherine estaba en su tumba.

Después de un par de minutos caminando por las calles de Mystic Falls pude llegar a la casa de Elena, una luz había en el salón, sin llamar a la puerta entre dentro de la casa, se habían dejado la puerta, hize poco ruido al entrar y subí lentamente hacía la habitación de Elena, sino estaba en su habitación creo que la esperaría ahí. Al entrar en su habitación no había nadie, la luz de su habitación estaba apagada así que su estaba bastante oscura la habitación, decidi esperarla con la luz apagada y sentado en la cama. La habitación de Elena tenía un buen oler, al igual que tenía ella. Coloqué con mis manos una pequeña arrugada que tenía la sabana y la puse lisa, creo que era bastante perfeccionista con las cosas, siempre tenía la manía de que todo estuviera bien colocado y en su sitio.

Aquel día me encontraba bastante agotada, y eso que solo había salido de mi casa al instituto, y del instituto a mi casa. Ya que Stefan no había aparecido por allí, decidí no preocuparme y al día siguiente iría a verle a su casa. Pero mi mente se complicaba muchisimo más de lo que yo lo hacía aparentemente, y solo podía darle vueltas a mi imaginación y pensar que algo terrible le había sucedido.
Entonces decidí relajarme dandome una ducha, eso hizo que los malos pensamientos se fueran de mi mente. Como no esperaba a nadie, obte por ponrme uno de mis camisones de raso, que me llegaba hasta mis muslos. Apagué la luz de mi habitación y me dirigí a la cocina, Tía Jenna había salido con Alaric y Jeremy por más que le gritaba no contestaba, entonces ví una nota en la mesa del comedor:
"Elena he salido con unos amigos, no te preocupes estoy en buenas manos, volveré antes de que salga el sol.No salgas de casa, acuerdate de no invitar a desconocidos y... acuestate pronto
Jeremy"
Vaya por lo visto tendría que cenar sola, pero la nota de Jeremy me hizo gracia, últimamente estaba demasiado protector conmigo y el que me preocupaba era él a mi, a saber a donde salía a estas horas.
A si que en cuanto acabé de comer, me dirigí subiendo las escaleras nuevamente a mi cuarto, a escribir en mi diario antes de dormirme.Encendí la luz y se me escapó uno de mis chillidos, el corazón me iba a 100 por hora, me había metido un susto de campeonato.
Sobre mi cama llacía Damon, con una sonrisa de las suyas contemplandome.
- ¿Qué haces aquí?.-Dije mirandole, con una de las manos en el interruptor de la luz y otra en la cabeza del tremendo susto que me llevé.

Esperaba que viniera pronto Elena ya que me aburria un poco de esperar y a mí muchas veces el esperar me hacía enfadar, solo esperaba que cuando viniera Elena estuviera de buen humor.
Pasaron unos cuantos minutos y pude oir unos pasos que venían de las escaleras, asi que por fin Elena ya estaba subiendo, abrió la puerta y con una sonrisa esperé a que me viniera, se llevó un buen susto de verme. La verdad es que debería haber avisado de que iba a ir esta noche a su casa, pero quería darla una pequeña sorpresa. Cuando encendió la luz pude observar que llevaba puesto un bonito camisón y bastante sexy.
-Solo vine a hablar un poco contigo.-comenté con una pequeña sonrisa mientras me despeinaba un poco mi pelo.

Había bastantes cosas de las que quería hablar con ella pero no sabía por donde empezar y que decirla, porque la mayoría tenía que ver con que estaba confundiendo mis sentimientos y había tenido una idea para eso, pero no se la quería contar no vaya a ser que molesté aparte igualmente mi idea todavía no podía funcionar porque la tenía que proteger, como siempre.-¿Que tal todo Elena?.-comenté para empezar a hablar sobre algo.

No perdí el tiempo en taparme, no quería darle la satisfacción aquella.Cerré la puerta y me dirigí hacía donde él se encontraba. Dando vueltas de un lado hacía otro, sin pararme ya que esta situación me sacaba un poco los nervios a flor de piel.
Me fijé en la sonrisa que se asomaba por su boca, mientras se despeinaba ¿Acaso quería intentar ligarse a la novia de su hermano?
Me di la vuelta, suspiré para tranquilizarme y me volví a verle.

-Ahh... has venido a hablar un poco conmigo... ¿Y sobre que quieres hablar?- La verdad es que ya me hacía una ideea seguro que empezaría en plan amigos, y acabaría intentando seducirme. Pero yo no era Katherine, no iba a estar en dos bandas y menos con ellos.Tenía muy claro a quien quería y a quien no, o por lo menos eso es lo que mi mente decía.

Aquella pregunta me desconcertó un poco "¿Qué tal todo Elena?". Entonces noté que el Damon que estaba sobre mi cama, que permanecía dentro de mi casa, no era el Damon de días anteriores. Pero podría estar fingiendo, quien me aseguraba que no era un juego de los suyos... No sabía que pensar, pero me dejé llevar.
-Pues de momento todo va bien Damon, lo único es que no puedo salir de casa, tanto como antes... pero es que antes tampoco es que saliera mucho que digamos.- Se me escapó una sonrisa tras recordar.- ¿Y tú como estas?- Dije preocupada, sabía que lo estaba pasando bastante mal, y como buena amiga que soy quería que no se sintíera solo.

Elena tenía la misma actitud conmigo, siempre que hablabamos teniamos una actitud fría y la mayoría de las veces acabamos peleandonos, la verdad es que teniamos personalidades muy distintas y aparte nos odiamos bastantes por eso a veces nos soliamos llevar mal pero en el fondo la consideraba mi amigo y la tenía bastante cariño, porque si no se porque la estaba protegiendo tanto todos los días.

-No se, quiero saber que todo te va bien, aparte después de la muerte de Rose necestió compañia para reponerme ¿no crees?.-comenté con una sonrisa picara en mi rostro, creo que me vendría bien molestarla un ratito. La muerte de Rose era la única excusa que había podido a poner a su pregunta, solo vine a averiguar mis sentimientos sobre ella, creo que ahora estaba confundiendo sentimientos y necesitaba darme cuenta de lo que realmente me sentía por ella.

Ella empezó a contestar a la pregunta, creia que para nada me la iba a responder pero se dejó llevar y me contó un poco lo que la estaba pasando, yo escuché con atención todas las palabras que decía. Creo que iba a probar a intentar no enfadarme con ella durante un tiempo, aunque eso lo veía imposible, siempre tenía las ganas de fastidiarla, asi que mejor continuara fastidiandola.
-Yo igual que siempre, después de la muerte de Rose me estoy intentado reponer y como siempre, te estoy protegiendo de cualquier peligro que te pueda hacer daño, creo que te debería cobrar algo por protegerte.-comenté con una sonrisa divertida. Quería olvidar por un momento lo de la muerte de Rose y estar agusto con Elena.

Al parecer Damon estaba sufriendo mucho por la perdida de Rose. Lo único que hacía era hablar de ella, y yo lo entendía puesto que yo ví el amor entre ellos dos, por fin pensaba que Damon había sentado la cabeza y había recuperado su parte humana. Pero por lo visto me equivocaba...detrás de aquellos falsos sentimientos solo estaba él, él, y solamente él.

-Siento lo de la muerte de Rose, ella era más que una amiga tuya, más que una compañera... y comprendo que te sientas mal, dolorido, te entiendo perfectamente Damon.- No podía callarmelo, tenía que decirselo... había salido mi faceta sensiblera. Pero...después lo que siguió a su frase me molestó, a caso solo me veía como una simple ¿compañía? - Pues si buscas compañía, puedes irte a un burdel ahí de seguro que la encontrarás.- Es cierto me pasé con las palabras que había escogido, pero lo que había oído me hirió, y era lo primero que se me vino en mente.

Él continuó picandome al parecer le parecía gracioso, cosa que para mí no lo era. Y yo no podía evitar ser tan impulsiva, y callarme ciertas cosas que las soltaba sin más, asi que me preparé para soltar sensateces.
- Nadie te ha pedido que me protejas, lo haces por qué quieres...-Pensaba que eramos amigos, y me estaba demostrando que no le importaba, nada en absoluto. Arquée una ceja, mirandole con furia, aquello no me gustaba para nada como se estaba poniendo.-

Elena entendía perfectamente lo que estaba pasando con la pérdida de Rose, creo que en ese aspecto la considerba una buena amiga porque me estaba apoyando, pero aunque me apoyará y me dijiera que tenía que seguir adelante, siempre me iba a acordar de Rose, una de mis compañeras, muchas veces la había consideraba más que una compañera o una amiga.

-Elena no lo puedes entender cuando nos has pérdido a alguien que querias mucho, y yo a Rose la tenía mucho cariño y la quería, cada día me siento más culpable por su muerte, ella no debería haber muerto.-comenté un poco triste al recordar su muerte, creo que algún día tendrá que llegar la hora de pasar página pero lo veía un poco imposible, sabía que todos los días de mi existencia la iba a recordar, Rose había sido una de las mejores personas que había pasado por mi vida.
-Elena yo solo me refería a tu compañia, eres una de mis mejores amigas y me gusta tu compañia, para nada quería que te ofendiera ese compañero.-comenté bastante sincero, Elena sabía que la tenía mucho aprecio y que nunca haría un comentario así con mala intención.

Yo solo la quería fastidiar un rato y reírme con ella, pero se ve que ella no estaba de humor para seguirme las gracias, así que esta noche me tendría que comportar bien con ella, que rara estaba hoy... bueno eso era unas de las cosas que me gustaban de ella cuando se enfadaba si la fastidiaba, aparte de ser gracioso me gustaba, creo qu eeso hace cada vez confunda más mis sentimientos por Elena.-Elena no quería que te lo tomarás a mal si quieres dejaré de fastidiarte.-comenté con una sonrisa mientras la acariciaba la mejilla para tranquilizarla, era una buena sensación acariciarla la mejilla.

Al parecer había mal interpretado las cosas que Damon, me había dicho anteriormente, por lo visto hoy estaba algo diferente... más como decirlo... ¿Cariñoso? ¿Humano? Entonces decidí por unos minutos, ser como era con las demás personas mostrar mi lado no hostil, hacía él. Sabía que no era fácil puesto que ya me estaba acostumbrando a ser así con él, pero por lo menos haría el esfuerzo.

-Damon si que lo entiendo, por qué vi ante mis narices la muerte de mis padres. He estado toda la vida intentando ser fuerte, intentando comprender por qué no morí yo con ellos,... convencerme de que no fuí la culpable de sus muertes me ha costado muchos años ¿Entiendes?- No quería ponerme a llorar, pero por mis mejillas corría algo que se escapaba de mis ojos, sentía que no quería mostrarle esa faceta a Damon, pero por más que intentaba retenerlas no conseguía que pararán.

Damon me estaba mostrando un lado diferente al que yo había visto estos últimos días. Me intenté tranquilizar, sentandome en mí cama y mientras me limitaba a limpiarme las lágrimas, escuché todo lo que me decía.
- Damon ¿No estarás burlandote de mí?- Le pregunté mientras le miraba algo íncredula, al decir verdad no me constaba bastante aceptar que me lo estaba diciendo de corazón, pero me daba miedo ver esta nueva faceta de él. No quería que me hicera daño.- Sabes... que yo también te apreció muchisimo, y se que eres un gran amigo. Nunca me has enseñado esta faceta y la verdad es que me estas sorprendiendo muchisimo.-Al final me deje llevar, solté todo lo que siempre había querido decirle, y no me había atrevido por sus bromas intermedías.

Intenté no mostrar mi lado hostil, pero para intentar romper esta situación intenté hacer una broma, intenté que todo fuera como antes de esta noche.
- Pues ahora que lo dices me harías un favor si no me fastidiarás más...- Quería verlo sonreír y con eso esperaba verlo. La verdad es que no me molestaba para nada que me fastidiará es más me gustaba.

Las horas seguían pasando... Y Damon, quiso consolarme tras verme que derramaba alguna que otra lágrima. Se puso bastante protector, algo que me recordó a Stefan, cuando le expliqué lo de mis padres hacía ya unos años. No entendía el por qué Damon quería siempre ser el típico chico guaperas, que nunca mostraba sus sentimientos. A mi me gustaba lo que me estaba mostrando en estos instantes.

- No es cierto Damon, yo fuí la responsable de sus muertes. Si no se me hubiera metido en la cabeza hacer esa estúpida excursión ahora estaría vivos... ¡Fue mi culpa!- Ahora las lágrimas brotaban de mis ojos más seguido.Entonces él me acarició mi mejilla, llevé una de mis manos a encontrarme con la suya.- No digas eso Damon, si que es verdad que a veces eres insoportable, y un creido pero...se que hoy me estas mostrando esta cara, y eso quiere decir que tienes en el fondo corazón.- Paso uno de sus dedos por mi mejilla secando así algunas de mis lágrimas.- Y no digas que solo tienes a Stefan, también puedes contar con migo Damon, y lo sabes...-Le sonreí, ya me daba igual si me estaba engañando, por qué le estaba creyendo al 100%.

Entonces hizo una sonrisa, al principio pensé que se estaba burlando nuevamente. Luego me juro que no lo estaba haciendo, y noté que estaba siendo sincero.

Pero acto seguido se preparó para decir un enorme discurso y lo que más me llamó la atención es que pronunció las palabras "Te tengo mucho cariño, me importas mucho y te quiero..." ¿Acaso Damon sentía algo por mí que no fuera amistad o ganas de fastidio?

Luego recuperó su vieja actitud, y empezó nuevamente a fastidiarme. Pero esta vez, solo por esta vez le seguiría el juego. Se me hacía más fácil verle fastidiandome que con la nueva faceta que me había mostrado.
- Pues a mi no me divierte que lo hagas.- Le miré seria y dejé atrás todas las lágrimas que antes había derramado.